Martes, 16 de Septiembre de 2014. 17:10 Hs.
Una serie fotográfica de la agencia EFE muestra la intimidad de la cárcel de Misiones. La mayoría de los establecimientos se encuentran saturados, debido a esto los internos viven en condiciones infrahumanas.
María Martinez, exadicta al crack, trasladada desde la cÁrcel de El Buen Pastor de Asunción al pabellón de mujeres donde permanece en la cárcel de Misiones, a unos 200 kilómetros de Asunción. Un programa piloto de reinserción social del Gobierno paraguayo pretende cambiar el "infierno en la tierra" que los internos viven en las penitenciarías del país, la mayoría de ellas hacinadas hasta alcanzar condiciones inhumanas y que acumulan graves denuncias de abusos. En la cárcel paraguaya de Misiones, el Ministerio de Justicia ha logrado algo inédito en el país: dar a los internos unas condiciones dignas de vida y la posibilidad de dedicar su tiempo de cautiverio a oficios, trabajos artesanales e incluso artísticos para su rehabilitación. EFE.
Vista de una imagen de la virgen en el pabellón de mujeres de la cárcel de Misiones. EFE.
Un interno sujeta una artesanía en uno de los pabellones reformados de la cárcel de Misiones. EFE.
Un guardia pasa bajo un mensaje escrito sobre una pared. EFE.
Internos permanecen parados en los pabellones de la cárcel de Misiones. EFE.
Funcionarios sirven la comida a los internos. EFE.
Un interno muestra una artesanía elaborada por él mismo. EFE.
Internos muestran artesanías elaboradas por ellos mismos.EFE.
Internos asisten a un oficio religioso. EFE.
Tres internos toman el sol. EFE.
María Martínez, exadicta al crack, permanece en una celda tras ser trasladada desde la cárcel del Buen Pastor de Asunción. EFE.
Un interno limpia botas en uno de los pabellones. EFE.
El capellán de la prisión, Cristóbal Leiva, posa en uno de los pabellones. EFE.
Internos permanecen en uno de los pabellones. EFE.
Internos escuchan al capellán de la prisión, Cristóbal Leiva (c). EFE.
Vista de mensajes escritos en una pared al interior de una celda de castigo. EFE.
Diego Verón sujeta su Biblia al interior de su celda. EFE.
Internos asisten a un oficio religioso. EFE.
Una mujer observa la huerta del patio de la cárcel. EFE.
Un guardia vigila el patio de la cárcel de Misiones.EFE.
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