Solo 5% de los "yuyos" están analizados científicamente

Lunes, 10 de Octubre de 2016. 14:40 Hs.

Solo el 5 por ciento de las plantas curativas del país fueron estudiadas científicamente. La falta de recursos es el freno para las investigaciones.

Ilustración/archivo.

Académicas de la Universidad Nacional de Asunción, la principal de Paraguay, pidieron hoy estimular la producción de plantas medicinales y la investigación sobre sus usos, en un país donde su consumo tiene un fuerte arraigo y que cuenta con cerca de 300 especies nativas de plantas curativas.


Pese a ello, solo entre diez y quince especies vegetales han sido estudiadas a fondo, es decir alrededor del 5 por ciento, y se han comprobado científicamente sus beneficios, explicó a Efe Bonifacia Benítez, investigadora del departamento de Biología de la Universidad Nacional de Asunción (UNA).

En la mayor parte de los casos, las pruebas científicas corroboraron los conocimientos que ya tenían las comunidades rurales de forma tradicional, según Benítez, participante en el primer simposio internacional sobre plantas medicinales de Paraguay, que dio comienzo hoy en la capital paraguaya.

La investigadora lamentó, sin embargo, que no existan en Paraguay más estudios sobre hierbas medicinales, debido a la "falta de recursos económicos" y al "limitado presupuesto de la universidad".

Entre las plantas medicinales más estudiadas del país se encuentran especies como la cangorosa ("Maytenus ilicifolia"), el burrito ("Aloysia polystachya") o la espina colorada ("Solanum sisymbriifolium"), conocida en guaraní como ñuatí pyta, y cuyas propiedades contra la hipertensión han sido demostradas por la ciencia, dijo a Efe Rosa Degén, directora de Botánica de la UNA.

Degén coincidió en señalar la falta de estudios para la identificación de estas plantas, sus preparaciones o su eficacia, así como de pruebas farmacológicas y clínicas que permitan elaborar medicamentos fitoterapéuticos "de calidad y seguros", sin riesgos para el usuario.

La investigadora opinó que estos estudios deben estar integrados en una política nacional sobre plantas medicinales, que promueva además buenas prácticas en su cultivo y producción, para evitar la extinción de algunas especies por su sobrexplotación, como está sucediendo con la cangorosa.

"Si se usa la raíz o la planta entera, estamos haciendo que termine esa planta. Los recolectores cada vez van más lejos a buscar ciertas especies, a consecuencia de la deforestación. Algunas plantas pueden sobrevivir en ambientes modificados, pero otras son propias de bosques y humedales, y a medida que se extraen, o que la industria actúa, se tiene que garantizar su conservación", explicó.

Degén pidió que se incentiven nuevos cultivos para la producción industrial y sostenible de estas plantas, y que se produzca una "mayor apertura e interacción" entre el ámbito científico y académico y las comunidades rurales e indígenas, que son las depositarias del conocimiento sobre los usos de las hierbas.


Tanto Degén como Benítez insistieron además en la necesidad de establecer mayores controles a la recolección, comercialización, elaboración y distribución de las plantas medicinales, para beneficiar a los pequeños productores y recolectores, muchos de los cuales dependen económicamente de la venta de estas plantas.

Ambas investigadoras tomaron este lunes en el I Simposio de Internacional de Plantas Medicinales del Paraguay, organizado por la Red de Exportaciones e Importaciones del Ministerio de Industria y Comercio (Rediex).

Paraguay celebra cada 1 de agosto el Día del Poha Ñana, como se conoce en guaraní a las plantas medicinales, en homenaje a los saberes ancestrales sobre el manejo de estas hierbas. EFE


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