Arnaldo André: "Siempre soñé con dirigir en cine"

Viernes, 10 de Mayo de 2013. 17:00 Hs.

El reconocido actor y ahora director de cine, Arnaldo André, habló de su opera prima “Lectura según Justino” que se estrena hoy en los cines de todo el país. “Estoy feliz por la película” aseguró.

 

Arnaldo André, en pleno rodaje. Toda su vida estuvo del otro lado de las cámaras. Confiesa que en su primera experiencia detrás de ellas, lo disfrutó muchísimo.

Se muestra orgulloso pero también modesto respecto a su trabajo audiovisual como realizador, el primero tras una larga carrera dedicada a la actuación. Arnaldo André,debuta como director y afirma que se siente feliz porque es la concreción de un sueño largamente anhelado.

En esta entrevista con Paraguay.com, el actor cuya carrera la desarrolló casi por completo en la Argentina, habla sobre las críticas que podrían venir sobre su obra así como la experiencia de dirigir a actores que hacen sus primeras apariciones y de cómo el factor de la educación se constituye en una moraleja subyacente en su película.

¿Qué siente un actor que estuvo siempre bajo las luces, en el centro del set, bajo las cámaras, estar ahora detrás de las mismas, estar dirigiendo?

Arnaldo André: Es la concreción de un sueño. Siempre lo quise hacer y no sabía cómo me iba a ubicar detrás de las cámaras. La televisión mucho no me atrae, pese a que me dio mucho, le debo todo a la Tv. Pero nunca soñé con dirigir en televisión, siempre soñé dirigir en cine, porque siempre me ha llamado la atención. He convivido desde los 14 años con el cine, no he parado de visitar las salas de cines, veía 3 películas por día. Me apasiona tanto que estoy concretando un sueño. Me da la oportunidad de poder manifestarme, de poder expresarme a través de una disciplina tan importante como es este arte. El cine no es efímero es un documento que queda para toda la vida. Además tiene posibilidad de recorrer el mundo. De retratar la idiosincrasia de un pueblo de un país, y que se conozca desde cualquier lugar del mundo, eso logré con esto, estoy feliz, estoy disfrutando realmente. Después de 3 años de estar programando finalmente hoy es un hecho concreto.

Ya que es tu debut como director, ¿no le temés a la crítica?

Convivo con eso, siempre. Soy intérprete antes que director, he sido y sigo siendo un actor. Siempre hay críticas, es probable que no guste el trabajo de uno, y a otro le gusta más. Creo que más bien le temo a lo despiadado de la crítica; pero también está la crítica que le marca a uno, le marca puntos. En la conducta del ser humano hay gente que actúa de una manera pero alguien, algún amigo o amiga dice: ‘No estuviste bien. No lo deberías hacer’ y uno recapacita y encima viniendo de quien viene, el día de mañana lo voy hacer de otra manera, lo voy a recapacitar. En el arte pasa lo mismo. Si la crítica viene de gente conocedora, que sabe de qué está hablando y de pronto señala un error, está marcando un camino, pues bienvenida sea la crítica.

Diego González, el novel actor que encarna a Justino en la película de Arnaldo André.

Cómo reaccionó tu ciudad, San Bernardino, ante este retrato tan íntimo que haces en la película?

Recién me preguntabas si temía a la crítica. Ahora digo que a lo que más le temo es a la reacción de la gente de mi pueblo. Por qué? Sobretodo de aquella gente que vivió esa época y tiene el recuerdo tan vivo, como yo. Fijáte cuando uno cuenta un hecho como yo, y lo cuenta otra persona y ya lo va modificando. Cuando yo aparezco contando una historia en San Bernardino va aparecer gente que va a decir que ésto estaba colocado allá, etc. me encantan que lo hagan porque son protagonistas de mi historia. Creo que están esperando con mucha expectativa.

Hay películas que destacan por su guión o por la calidad actoral; en “Lectura según Justino” qué sobresale más, el guión o la interpretación?

El guión tiene que desaparecer para dar paso a la actuación. El guión es un plano, como para los arquitectos de un edificio. La realidad es lo que da la interpretación de los actores. Ellos cumplieron exactamente con todo de las personas que yo recordaba, ellos cumplieron cabalmente, y me hicieron una hermosa devolución. El público va a ser testigo de lo bueno que son los actores paraguayos.

De Diego González (que interpreta a Justino), qué es lo que más te impresionó?

Tengo que decir que él hizo un casting regular. No era sobresaliente. El casting tenía dos etapas, dos momentos. Uno era interpretar un diálogo cortito de la película media hora antes del casting. La segunda parte era una improvisación. La primera parte no leyó bien, se notaba que no era actor, pero al llegar la segunda etapa, yo variaba la improvisación. En su caso, elegí algo que tenía que ver con la película, algo de la escuela. Yo dialogué con él, y en esa parte empezó a improvisar y a inventar con una autenticidad única y eso me impresionó.

Él es muy receptivo y en consecuencia te puede traer una buena devolución. Después dejé pasar unos 9 meses y tenía que tomar una decisión a quién le daría el personaje. Debía presentar un demo para un sponsor y ahí necesitaba un Justino. Qué mejor que probarlo al chico y reaccionó muy bien, después que decidí ponerlo a él, le puse una coach, que fue Alicia Guerra. Ella me ayudó mucho, estuvo con ella mes y medio y el resultado es ver una actuación excelente, el chico está, tiene una imagen, un carisma y que cuando aparece en la pantalla no podés dejar de mirarlo.

¿Pero la película y Justino como personaje tiene mucho de ternura, no?

Tiene mucho de ternura la película, tiene mucho humor, la gente se va a reír muchísimo, tiene suspenso, tiene amor. No voy a decir que sea una película de amor, porque no lo es, pero tampoco una comedia. Tiene un poco de todo, al final es el amor que me sirve para luego crear una intriga o un suspenso hasta el final.

¿Qué deja la película, en qué enfatizarías como mensaje o moraleja?

Hay varias lecturas, pero uno que yo rescato tiene que ver con la educación, que tiene que ver con la sociedad, con los niños y los adolescentes. Cuando murió mi papá (hecho que se narra en la película) tenía que salir a trabajar, mantener la familia, pese a ello no abandoné mis estudios. Pensábamos que había un futuro que nos estaba esperando, pero para ello teníamos que prepararnos. Seguíamos trabajando pero a la vez estudiando. Ese sería un mensaje. Eso sucede hoy en Buenos Aires y en Asunción. El estudio es lo más importante para poder forjarse un futuro.

En la película, la muerte de tu padre dio un cambio brusco en el rumbo de tu vida. ¿Se puede decir que la vida improvisó contigo?

Yo no diría improvisó. El destino de cada uno se forja por distintos caminos. A mí me tocó que de chico tuviera que convertirme en una persona responsable, cosa que estaba indicada para un adulto. Crecí de golpe y de golpe tuve que convertirme en un hombre. Puedo decirte que la vida es así, te da golpes de repente pero uno no tiene que dejarse caer y seguir andando y luego a la vuelta de la esquina te espera un golpe de suerte, una oportunidad, me pasó a mí.

Pero nadie te regaló nada?

No me quedé sentado en mi casa. Me preocupé y esto que está pasando conmigo en el cine. Era necesario? Por qué no seguís haciendo novela? Y yo quiero otra cosa, quiero cambios.


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