Viernes, 16 de Diciembre de 2011. 12:30 Hs.
Son de la tierra del mariachi y hacen el mejor rock de Latinoamérica, se entregan al público con sincera pasión y tienen el peor equipo de organización. Una pena, porque el show montado por Maná no tiene cuestionamiento.
Como en todos los conciertos que se vivieron este año, la Albirroja estuvo presente.Víctor Gayoso/Paraguay.comPor Laura Morel. @Srta_Lau
En la hermosa noche de Asunción, Fher Olvera, Alex González, Juan Calleros y Sergio Vallín demostraron que Guadalajara no solo puede sentirse orgullosa de tener a los mejores mariachis sino también a la banda de rock y pop rock en español más influyente del mundo.
Lejos, se convirtieron en dueños de la escena latina con letras que hablan del amor, del desamor, de la esperanza y la paz, bajo ritmos contagiantes y melódicos que hacen que sus conciertos se conviertan en un inmenso karaoke.
Es que los fans de Maná, que van desde los niños hasta los adultos mayores -como bien se pudo apreciar en el Jockey- se saben todos los temas, desde “Rayando el Sol”, el primer gran éxito del inicio de los 90 hasta “Amor Clandestino”, el más reciente sencillo de la banda mexicana.
Desde las 22:05 y hasta las 00:30, las 28.000 almas no dejaron de cantar y disfrutar, de interactuar con Fher y Alex, quienes los hicieron sentir como si estuvieran todos en una gran “cantina”, compartiendo unos tequilas en rondas de amigos.
Pasó una veintena de temas, con los clásicos como “Oye mi amor”, “Vivir sin aire”, “Clavado en un bar”; los tributos como “Te solté la rienda”, “Si no te hubieras ido” y “Se me olvidó otra vez”; éxitos de esta década como “Mariposa traicionera”, “Manda una señal”, “Eres mi religión” y “Labios compartidos”; y, por supuesto, los temas que dan vida a esta nueva gira denominada “Drama y Luz”, que resume lo vivido por Fher en 2010 con el fallecimiento de su madre y su hermana.
De hecho, además de “Lluvia al corazón” -tema que abrió el concierto tras el “llamado” al público con “La quinta sinfonía de Beethoven”-, “Amor clandestino”, “El verdadero amor perdona”, “El espejo y el nuevo himno de Alex “Latinoamérica”, sonó el emotivo “Vuela libre paloma”, escrito por Olvera convencido de que “la separación es solo temporal, ya que nos volveremos a encontrar”.
Maná ofreció su mejor repertorio y se entregó al público, tanto que a diferencia de muchos artistas que vinieron este año al país se acordó de esa gente que desde el fondo apenas alcanza a divisar a sus ídolos. Una tarima montada a mitad de camino se convirtió en cantina improvisada desde la cual los mexicanos comandaron el karaoke, dando incluso oportunidad a una fanática de subir a cantar con ellos. Y ella, como buena luqueña, hizo que el momento se volviera inolvidable para todos con un potente “¡Aguante la República de Luque!”, que obviamente no recibió una ovación por respuesta.
Pero el incómodo momento pasó rápido, tanto que para felicidad del público presente en los sectores cercanos al escenario, Fher, Alex, Sergio y Juanito retornaron por uno de los pasillos, dejándose alcanzar por las manos de sus emocionados fans.
El mejor recuerdo. Pero así como la luqueña tuvo su momento, Jorge Cáceres tuvo el suyo y él si fue ovacionado. El guitarrista paraguayo tuvo el privilegio de subir al escenario y compartir acordes con Sergio, coros con Fher y hasta tuvo un solo en el tema “Me Vale” cantado por Alex. “Apoyemos el talento paraguayo”, gritó el “Animal” al pedir aplausos para el compatriota que tocó ante28.000 personas tras ganar un concurso.
Y así, Maná basó su show en ese contacto permanente con la gente, además del espectacular montaje de luces e imágenes en las pantallas Led y el siempre impresionante solo del “Animal” en la batería. Alex se lució una vez más con diez minutos de explosión sobre su propio escenario giratorio.
Música, interacción y mucho mensaje de paz y del cuidado de la tierra (Maná lucha por la conservación y el cuidado del medio ambiente a través de la Fundación Selva Negra), repartieron los mexicanos. Fher incluso le dedicó unos segundos al presidente Fernando Lugo, “ese que fue Obispo y no sé que más”, pidiéndole que cuide a su tierra y su país.
Algo de drama al inicio. “Agradecemos a los medios de comunicación que, aunque son pocos, siguen apoyando al rock en español”, decía Fher Olivera poco antes de despedirse tras dos horas y media de un show impecable, mágico y que dejó más que satisfechos a los fans que no quisieron perderse la vuelta del cuarteto de Guadalajara, tras cuatro años de ausencia.
Sin embargo, esas palabras sonaron a chiste en los oídos de Víctor Gayoso, reportero gráfico de Paraguay.com, quien tuvo que “disfrutar” parte del concierto del afamado grupo desde la vereda del Jockey Club Paraguayo, mientras otro colega suyo decidió irse definitivamente.
Así es. Cumplido el siempre incomprensible requisito de poder tomar fotos solo durante las tres primeras canciones -no le hace mal a nadie mostrar imágenes (no videos) de un gran evento, al contrario-, nuestro compañero fue “invitado” a abandonar en club cuando intentaba acomodarse en un sector del predio.
Y no fueron los organizadores locales, los que trajeron a Maná al Paraguay, quienes le hicieron pasar mal rato sino integrantes del propio equipo de control y seguridad del grupo mexicano. Gayoso tuvo que aguardar un buen rato fuera del Jockey y con costosos equipos en manos, hasta que tomó coraje y volvió a ingresar.
Sabiendo que, de última, solo lo volverían a echar, recorrió e intentó hacer el trabajo por el que se ganó el derecho de ser llamado a los conciertos, sin necesidad de tener que solicitar acreditaciones. Sus fotorreportajes emocionaron a más de un fan de los Guns, Aerosmith, Limp Bizkit, Black Eyed Peas, David Guetta, Megadeth, Marky Ramone o Deftones, por citar algunos.
Pero bueno. No es que quisiera amargarles con plagueo en este comentario, pero tampoco se podía dejar pasar la situación. Al final, Víctor Gayoso nuevamente logró captar algunos mágicos momentos de una noche inolvidable.
Una noche que tuvo de todo y que, sin lugar a dudas, dejó satisfechos a los presentes. Desde estas líneas, tras lo vivido por el compañero, solo nos queda decir que el desenlace se resume en el nombre que lleva el tour de Maná. Del drama inicial, terminamos iluminados con los talentosos y carismáticos chavos de Guadalajara. ¡Vale una ronda de tequila!
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