Filártiga pide cárcel para Filizzola y el pago de G. 1.000 millones
Sábado, 20 de Mayo de 2017. 10:30 Hs.
Finalmente el Dr. Aníbal Filártiga cumplió y presentó una querella contra Rafael Filizzola, quien lo acusó de dejar ingresar a policías al Hospital del Trauma para realizar aprehensiones el 31 de marzo y 1 de abril.
Aníbal Filártiga y Rafael Filizzola. Foto: Archivo
Por difamación, calumnia e injuria demandó Filártiga al presidente del Partido Demócrata Progresista (PDP), Rafael Filizzola, quien dijo en medios de comunicación que el director del Hospital del Trauma dejó ingresar a policías al lugar para aprehender a jóvenes que eran atendidos tras los disturbios del 31 de marzo y 1 de abril en el centro de Asunción y la sede el Partido Liberal.
En el escrito presentado por el abogado José Fernández Zacur, el médico solicita una pena máxima de acuerdo al hecho punible que la justicia considere cometido: calumnia (dos años de cárcel), difamación (un año) o injuria (180 días multa), así como también una composición económica de G 1.000.000.000 (mil millones de guaraníes), según comunicó el portal judiciales.net.
“El querellado me acusa de participar en una suerte de complot para permitir aprehensiones o detenciones arbitrarias de manifestantes. Me acusa de descuidar a los usuarios del servicio privilegiando su captura a la atención médica que precisaban. Y todo porque (en su fábula) mi yerno trabaja en un grupo empresarial afín al Presidente de la República. Desde luego que tamaña inculpación hiere profundamente el honor de cualquier médico”, resalta Filártiga en su denuncia.
Sostiene que “los irresponsables agravios del señor Rafael Augusto Filizzola Serra mancillan mi trayectoria académica, profesional, personal y cívica, atribuyéndome falazmente trasgresiones al Código de Ética del Círculo Paraguayo de Médicos (deberes del médico hacia los enfermos) y al Código de Ética del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social”.
Por último, rechaza rotundamente tales acusaciones y explica que es posible que en otros sectores del nosocomio hayan circulado uniformados, como lo hacen todos los días. Acota que, de hecho, había un policía custodiando a una persona con orden de captura en el pasillo posterior a la sala de urgencias. Pero siempre de puertas para afuera. “Ninguno entró a lugares donde solamente podían estar los médicos y menos para llevar a los heridos”.
